Podemos fluir con los cambios o podemos quedarnos atrapados en las relaciones, sentimientos o momentos dolorosos, que nos impide seguir avanzando y disfrutar de la vida.
Cuando somos capaces de ver y tomar nuestro lugar en la trama de la vida y dar a cada uno de los otros su lugar, esa fuerza se convierte en una fuerza amorosa y poderosa para nuestro florecimiento.






